samedi, 27 décembre 2008
Sumergidos
Sumergidos
por Antonio Zamora
Cegado por el sol, señala hacia abajo con el pulgar y con la mano izquierda activa el mecanismo de expulsión de aire de su chaleco. La pérdida de volumen sumerge su rostro en el agua templada. La realidad se vuelve densa, ingrávida, un silencio azul traspasado por sordos sonidos a cámara lenta. El primer aire exhalado a través del regulador irrumpe anunciando una nueva forma de vida, amortiguada y rítmica. Su pareja de buceo, frente a él, ha realizado los mismos movimientos. A los dos metros la columna de agua se deja sentir sobre sus tímpanos. Un leve pinzamiento de la nariz y el aire sin salida inunda las trompas de Eustaquio compensando la presión. Repiten la operación varias veces mientras descienden en suave caída libre.
A pocos metros del ancla, unos diez de profundidad, los oídos dejan de molestar. Es el momento de lanzar una primera mirada al nuevo mundo en el que se adentran. Sobrevuelan un tupido bosque de posidonias, del que entran y salen multitud de nerviosos pececillos. Más allá, a unos quince metros de distancia, entrevén una enorme piedra junto a la que intuyen ejemplares mayores. Al llegar al ancla, devuelven un poco de aire al chaleco y se dicen que todo va bien formando un círculo con el índice y el pulgar. Antes de iniciar la exploración, se gira unos segundos para contemplar un intenso cielo de plata habitado por burbujas ascendentes que en este momento se cruzan con un oscuro y veloz banco de jureles. Lo señala sonriendo.
Avanzan ahora unos metros hacia la gran roca, aleteando muy despacio, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Algo le hace detenerse. Tira del brazo de su pareja mientras señala un punto muy preciso. Al otro lado de la piedra, en la cara que desciende más allá de lo que les está permitido, perfila inmóvil una enorme figura verdosa a punto de confundirse con el profundo azul del que ha emergido. Es el mayor mero que han visto jamás. Lo admiran reverencialmente quietos, hasta que, con un brusco movimiento, la figura se desvanece. Veinte años antes, cuando devoraba un viejo manual de “escafandrismo autónomo” rescatado por casualidad de entre los libros olvidados de la biblioteca familiar, cuando su conocimiento del fondo marino estaba irremisiblemente ligado a la superficie, esta experiencia le habría parecido un sueño irrealizable.
Fue en aquella época cuando conoció a Silvia. Un día de julio, recién terminado su segundo año de Filosofía, acababa de llegar a Florencia para participar en un seminario sobre el pensamiento posmoderno dirigido a universitarios europeos. En un palacete del siglo XVI situado cinco kilómetros al sur de la ciudad, entre un espeso bosque de pinos y un pequeño lago, aislados del mundo, veintitrés alumnos de distintas nacionalidades se disponían a compartir dos semanas de estudio y aventura. Soñaba por entonces con llegar a ser un gran pensador y aquella prometía ser una memorable escala en su lento ascenso a las estrellas. Esa noche era la víspera del comienzo de las clases. Distribuidos en cuatro grandes mesas circulares, cenaban animadamente en compañía de algunos de los profesores, con el inglés como lengua franca. Apenas había tenido ocasión aún ni tan siquiera de fijarse en la mayoría de sus nuevos compañeros. A su lado, un estudiante de Lovaina le enumeraba con entusiasmo una interminable lista de grandes personalidades belgas que el mundo tenía obcecadamente por francesas, y hasta eso resultaba excitante. Entonces alzó la mirada y ya no pudo apartarla. Sus asombrados ojos verdes le cautivaron sin remisión desde la mesa más alejada. No pudo dejar de admirarla hasta que acabó la cena. Más tarde, en el salón de juegos, se armó de valor y la saludó con forzado desparpajo: “¡Hello! ¡I’m Pedro, from Madrid!” “Silvia, de Graná”, contestó ella con una amplia sonrisa que le dejó completamente aturdido. Tardó en reaccionar a su mano extendida. Estudiaba Filología Española y quería ser escritora. Eran los únicos españoles del programa y desde ese momento, hasta el final del verano, fueron inseparables. De día y de noche. En agosto recorrieron juntos las playas de Almería.
Mira el pequeño ordenador asido a su muñeca izquierda y comprueba que ya han alcanzado los 25 metros de profundidad, el máximo previsto. Un vistazo al manómetro que cuelga a su derecha le basta para saber que la presión del aire en la botella es de 110 atmósferas, algo más de la mitad que al comienzo. Todo va bien. Avanzan lentamente, casi sin esfuerzo, a través del denso y silencioso mundo azul. Sólo oyen la rítmica y quebrada salida del aire desde el regulador. La sensación de liviandad es tal que a veces parece que, más que avanzar ellos, son los paisajes los que se suceden ante sus gafas submarinas. Un enorme pulpo sorprendido fuera de su oquedad cambia bruscamente de color cuando pasa a su lado. Poco más allá, una morena acecha amenazante en la negra boca de su cueva. Distraídamente la obliga a retroceder acercando el manómetro a su hocico de bruja. Asciende ahora ligeramente sobre un pasadizo entre dos grandes piedras, hasta que una inesperada depresión deja ante él un extenso valle en el que decenas de salpas platean en busca de alimento entre la vegetación. A la izquierda del valle se alza una pared casi vertical, junto a la que flotan inmóviles, entre majestuosas y fantasmales, algunas familias de mojarras, perfectamente reconocibles por las dos franjas negras que atraviesan los extremos de su aplastada figura grisácea. Los peces más pequeños, los de mayor colorido, juguetean al pie de la pared sobre un fondo salpicado de rojas estrellas de mar y depósitos de conchas y caracolas. Se lanza sin pensarlo sobre el valle, desplazando vida en todas direcciones. Vuelve a girarse para mirar al cielo de plata y suspendido entre columnas de burbujas se deja arrastrar por el torbellino de formas y luces, por la embriagadora sensación de levedad.
De pronto, cae en la cuenta de que hace un rato que ha perdido de vista a su pareja de buceo. Busca alrededor hasta que unas burbujas lejanas le sugieren su presencia. Aletea hacia allí.
Meses después dejó atrás a Sivia. Sin saber muy bien cómo o por qué. Quizás porque vivía demasiado lejos, o porque eran demasiado jóvenes. Y la vida era generosa con él. Cada día había una nueva experiencia que vivir, nuevos amigos que conocer, nuevas mujeres de las que enamorarse, nuevas playas que recorrer. Era fácil. Otros destinos, próximos o lejanos, fueron arrinconando el recuerdo de Florencia y Almería. Nuevas asociaciones fueron acumulándose en su memoria: Rosa y Marruecos; Jorge, Ramón, Clara y los Andes; Alice y las playas de Huelva; Katherina y ese curso en Berlín; su mochila, Australia y aquella muchacha... ¿Cómo se llamaba? En algún momento acabó sus estudios y empezó a trabajar como profesor ayudante en la universidad, mientras preparaba su tesis sobre Heidegger. Tenía menos tiempo, pero también más dinero para viajar. Poco a poco había ido olvidando sus ilusiones de grandeza filosófica y se contentó con la plaza de profesor titular que acabó obteniendo en una universidad madrileña de segunda fila. Eso fue hace cinco años. Lo celebró regalándose un viaje a México con Alejandro, Eva y Luisa, una nueva asociación. Luisa. Aún no sabe qué es lo que falló esta vez. Se entendían muy bien y está seguro de que ella le quería. Sólo recuerda que en algún momento del viaje la contempló en silencio y supo con tristeza que la abandonaría al llegar a Madrid.
Se aproxima aliviado a la figura negra de la que proceden las burbujas. Pero no, no, se ha equivocado... Las aletas que busca son amarillas. Empieza a bucear en círculos, cada vez más inquieto. No entiende cómo ha podido despistarse así. Ahora ni siquiera reconoce el fondo. Sólo ve arena, azul y nada más. No sabe dónde buscarla. Trata de regresar al punto en el que dejaron de verse. Siente que los minutos se aceleran fatalmente cuando comprueba que ya lleva cincuenta de inmersión. Y un nuevo sobresalto: la presión del aire en su botella es de sólo cuarenta atmósferas. Está en la reserva. Solo. Queda muy poco tiempo. ¡Y ahora pita el ordenador! Lo que faltaba, tiene que empezar a ascender si no quiere entrar en descompresión.
Hace un año todo cambió. Maite era alumna suya de primer curso. Siempre se sentaba delante en la clase de Filosofía de la Ciencia. Su figura menuda, bien proporcionada y de una belleza morena extrañamente exótica, le observaba con una mezcla de avidez y sumisión que le desconcertaba. La misma sumisión que leyó en sus ojos cuando una tarde de otoño acudió a su despacho con el pretexto de consultar bibliografía. Fue tan fácil... Ella abandonó a su novio y durante algún tiempo la disfrutó cuantas noches quiso. Hasta que empezó a cansarse de aquella entrega incondicional. Una noche, después de cenar algo, tomaban una copa en el Honky Tonk y, entre sorbo y sorbo, él la besaba mecánicamente. Aprovechó un momento en que ella fue al servicio para intercambiar sonrisas con una rubia que lucía una escueta minifalda en una mesa próxima. A su acompañante no parecía importarle. Cuando Maite volvió, la rubia y él charlaban con evidente complicidad. La chica de la minifalda animó a su amigo a entretener a Maite mientras le invitaba a él a tomar un tequila. Dudó unos segundos, mirando el rostro desconcertado y como a punto de llorar de su alumna. Por fin se dejó llevar como un pelele a la barra, sintiendo que ya no le quedaban límites por traspasar. Poco después, el acompañante de la rubia se acercó a ellos para decirle que su amiga se acababa de ir. Siguió paralizado. No volvió a verla nunca más. Su única respuesta, días después, fue un mensaje de móvil: “Nadie me había hecho tanto daño. Espero no saber nunca más de ti.” Sintió el abismo.
Cuando más desesperado está, siente un tirón en su aleta derecha. Se vuelve y de la alegría casi pierde el regulador. ¡Por fin las aletas amarillas! Se hacen gestos de que hay que volver cuanto antes al punto de partida. Tras largos minutos, con tan sólo veinte atmósferas en las botellas, encuentran el ancla. Inician lentamente el ascenso (la ascesis, se le ocurre pensar). Han traspasado la curva de seguridad y el ordenador indica que tienen que parar durante cinco minutos a diez metros de profundidad. Esperan con calma, dejando tiempo para que el nitrógeno concentrado en sus tejidos pueda ir abandonándolos lentamente sin formar burbujas letales. La sombra de la zodiac se recorta con nitidez en la brillante superficie del agua. Pueden volver a ascender, pero aún deben detenerse tres minutos más a cuatro metros. El ancla es apenas un diminuto punto allá abajo. Por fin, ya casi sin aire, pueden emerger.
Hace unas horas, la persiana a medio cerrar dejaba entrar en la habitación los primeros rayos de la mañana y por unos instantes no hubo nada más que rumor de mar y luz. Cuando el universo se recompuso, comprendió que hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien. Recordó que habían llegado ayer de Madrid, una rápida escapada al apartamento de la playa en busca de horizonte. Salió al balcón y agradeció una vez más la familiar placidez con la que se mostraba la vieja bahía de Mazarrón, iluminada desde las montañas de levante con suaves reflejos de melocotón. Agradeció, sobre todo, que ella hubiera vuelto a su vida para devolverle la ilusión, para salvarle. Sería un buen día de buceo.
Sale a la superficie y la mira. Se ha quitado ya las gafas y sus ojos verdes le sonríen. Esos ojos, esa sonrisa, siguen teniendo la facultad de aturdirle. Se quedan así, sonriéndose, mientras el mar los mece suavemente.
Antonio Zamora
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jeudi, 25 décembre 2008
Les Italiennes
Cette chronique se propose d'offrir au lecteur un choix de livres et de films lui permettant des voyages dans le temps, dans l'espace ou dans les idées grâce à un principe simple : lire simultanément des livres aux points de vue différents, d'époques variées, avec comme objectif de construire son propre regard sur le monde.
Les Italiennes
et Florence
par Stendhal (1826),
Gallimard Folio, 1987.
par Jean-François
Revel (1958),éditions
René Julliard, 1958.
sur l'Italie
par DH Lawrence
(écrit en 1916),
traduit de l'anglais
par André Belamich,
Gallimard, 1954.
Le voyage en Italie est une tradition. J'ai voulu le faire, moi aussi. Mais le temps m'a manqué. Je me suis résolue à voyager autour de ma chambre grâce aux récits de quelques écrivains.
J'ai bien sûr choisi dans ma bibliothèque Rome, Naples et Florence de Stendhal dont je gardais un bon souvenir. Puis Pour l'Italie de Jean François Revel dont je me souvenais de quelques phrases à l'emporte-pièce. Mais je n'ai pu choisir parmi les trois livres relatant les voyages méditerranéens de D. H. Lawrence : Sardaigne et Méditerranée, Promenades étrusques et Crépuscule sur l'Italie. Ce sont mes préférés.
À la lecture de ces trois auteurs, le sentiment qui domine est celui-ci : pour ces trois hommes, leur intérêt pour l'Italie s'efface à certains moments devant le sort fait aux Italiennes. Sur deux siècles, les contraintes qui pèsent sur elles s'aggravent en sens inverse de la libération des mœurs. De légères au début du XIX° siècle, les Italiennes deviennent des êtres affolés de leur destinée au milieu du XX° siècle. Du début à la fin, l'humain de sexe masculin est l'alpha et l'oméga de leur vie, la condition de leur existence.
Dans son récit Rome, Naples et Florence, Stendhal désire rompre avec les écrivains qui l'ont précédé et qui, dit-il, ne décrivent que des ruines. C'est la société italienne qu'il veut peindre, mais pas n'importe quelle société, celle des bourgeois, celle de la bourgeoisie montante.
Il note alors que "Le ridicule, pour une jolie femme en ce pays-ci, c'est de ne pas avoir de tendre engagement…On dit, en haussant les épaules : "è una sciocca" (c'est une oie), et les jeunes gens la laissent se morfondre sur sa banquette". Une Italienne, selon lui, se doit d’être légère. Sans cette condition, tous la fuient.
Un siècle et demi plus tard, Jean François Revel réside quelque temps en Italie et écrit, en 1958, Pour l'Italie. La situation des femmes ne s'est pas améliorée. Son héroïne explique qu'une femme qui n'est pas mariée n'existe pas. À l'attention tendre et étonnée de Stendhal devant cette même condition féminine, succède la brutalité et la vulgarité des propos de Jean François Revel sur les rapports des femmes italiennes avec les hommes, son mépris arrogant pour leur personne ("Une Italienne est toujours jalouse d'une cour que vous devriez lui faire en vain, et qu'elle sous-entend que vous lui faites, même quand vous ne jetez jamais les yeux sur elle").
Le laid, le souffrant DH Lawrence fait preuve, au contraire d'une grande sensibilité aux conditions de vie des êtres humains qu'il rencontre en ce début du XX° siècle. Ce sont les hommes autant que les femmes qu'il décrit. Comme les deux autres écrivains, il décrit cette même contrainte qui sévit sur les esprits et sur les corps, ces relations difficiles entre hommes et femmes. Il s'en émeut. Loin de les mépriser ou de porter des jugements durs sur eux, il les comprend, il analyse leur âme, il a confiance en leur possible rédemption. Il les respecte.
Au lecteur déconfit par les relations humaines, il reste, de ces cinq livres, les paysages, les musées et les ruines. On s'y promène finalement avec délices.
Sara
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mercredi, 24 décembre 2008
Laïka
Avant de s’aventurer lui-même dans l’espace, l’homme a envoyé des sous-hommes : des animaux.
Laïka n’est pas le seul animal à avoir été envoyé dans l’espace. Mais elle, on l’avait baptisée et on connaissait son nom.
Le 3 novembre 1957, elle est partie dans sa fusée soviétique Spoutnik 2. Elle est sans doute morte quelques heures après, de panique et de chaleur. Mais l’expérience prouva qu’on pouvait survivre en apesanteur.
Elle portait une combinaison dans une très étroite cabine ; des chaînes l’empêchaient de faire trop de mouvements. Aucun dispositif n’avait été prévu pour son retour : elle était donc vouée à la mort. Ses réactions physiques étaient surveillées de loin. On peut encore écouter son cœur battre au Memorial Museum of Cosmautics et sur des sites Internet.
La question de l’utilisation de l’animal par la science est si simple qu’elle pourrait être drôle.
Ils nous ressemblent assez pour servir de modèles, de brouillons, de cobayes ; ils nous ressemblent assez pour être sacrifiés à notre place. Mais ils nous dissemblent trop pour que nous nous en inquiétions.
Quelle honnêteté intellectuelle y a-t-il à, d’un côté, invoquer la ressemblance entre l’animal et l’homme pour justifier scientifiquement une expérience, et, de l’autre côté, évoquer la dissemblance pour justifier éthiquement la douleur et la maltraitance qu’impliquent ces expériences ?
Le scientifique Oleg Gazenco, qui a participé à l’envoi de Laïka dans l’espace, a dit : "Plus le temps passe, plus je suis désolé à son sujet. Nous n'aurions pas dû le faire... Nous n'avons pas appris suffisamment de cette mission pour justifier la mort de la chienne."
La phrase du scientifique oscille. Faire souffrir utilement un animal est acceptable ; faire souffrir inutilement un animal ne l’est pas. Le plus curieux est sans doute que l’utilité (et donc la moralité) pouvant être calculée après la mission scientifique, en fonction des résultats. C'est-à-dire que, quelque soit son action sur l’animal, un scientifique saura au moment des conclusions de l’expérience s’il a été quelqu’un de bien ou un salaud.
Mais l’éthique, n’est-ce pas justement faire passer le respect de l’autre avant l’utilité qu’on peut en tirer ?
Il parait qu’ « ils ne ressentent pas l’affection, ils ne souffrent pas comme nous ».
Haleter, se déshydrater, hurler au secours, se convulser dans la solitude d’une cabine, révèle pourtant une certaine indigence sentimentale des êtres humains.
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lundi, 22 décembre 2008
DE L INCOMPREHENSION NOTOIRE DE L'HOMME
DE L INCOMPREHENSION NOTOIRE DE L'HOMME QUANT A L'EVOLUTION DE LA HIERARCHIE DES ESPRITS DU MONDE
par Barynsflook
Pas de questions sur l'évolution de tout un chacun, l'histoire des peuples, l'histoire des communautés, l'histoire des individus... Toutes les erreurs notables sont déjà notées quelque part. Et pourtant ils s'obstinent, ça les excite de revivre ces passes palpitantes de l'histoire, de la vie, de l'histoire de la vie. Incalculables vertus causant d'incalculables torts, indénombrables vices pour le plaisir de tous. L'arbre se courbe devant celui qui voudra bien chercher à lui faire courber l'échine, et bien peu malins mais nombreux ceux qui en sont capables.
Accalmie des bons jours, dangereuses bourrasques de ceux pendant lesquels tu règnes... Du sentir au toucher, le dictat de toujours, tu t'es toujours trompé, rien jamais ne te perdra et pourtant tu as déjà perdu.
J'ai créé l'armée du désespoir afin de te détrôner immonde parasite du monde des gentils. Seuls les grands ont pu observer la vérité, car cette dernière ne se sait jamais, elle s'observe... Tu aurais du comprendre, tu aurais du m'entendre. Tu verras la lumière quand tes fautes expiées tu auras renoncé à rejoindre ce gué. Le gué de l'astre mort le gué du mirador noir à cent lieues des humains, moi je t y attendrai, et tu pourras crier, forcer ou attaquer mais le soleil jamais ne te laissera passer. Ainsi, tu vois, sans même lever d'armée, sans trop de vies renier, sans les faire soupirer, j'ai ressaisi ma chance d'être de ces grands esprits, qui, dans l'histoire des Mondes ont su harmoniser les émotions, les vies, celles la même que tu t'évertuais à annihiler, aigri par la longueur des ères.
Barynsflook
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samedi, 20 décembre 2008
Poussière de Cantor...
La Page mathématique de Laurent Moonens
ERRATUM
"La raison qui pousse à faire la seconde étape décrite dans la vidéo, pour définir la longueur d'une courbe, n'est pas celle exposée.
Comme l'auditeur attentif l'aura noté, il est possible de recouvrir un segmentde longueur 1 par deux disques de diamètres inférieurs à trois quarts, à savoir deux disques de diamètre 1/2, dont la somme des diamètres égale un.
La raison qui pousse à considérer la limite pour des échelles de plus en plus petites des longueurs à ces échelles, est exposée dans 'Un problème variationnel' (ci-dessous nommé "la ligne droite") et est d'une autre nature. Le nombre (très proche de zéro) d'heures de sommeil que nous avions eues la nuit précédent l'enregistrement de cette vidéo suscitera, j'espère, la clémence des lecteurs-internautes pour ce mensonge, désormais fixé à son support numérique".
Laurent Moonens.
Pour compléter la vision de cet article sur la poussière de Cantor, AlmaSoror vous conseille deux lectures :
Un problème variationnel, où comment se fait-il que le chemin le plus court soit le moins long...
Par ailleurs, vous pouvez accéder aux autres vidéos mathématiques d'AlmaSoror en cliquant, sur la colonne de gauche, sur la rubrique "Maths de Laurent Moonens".
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jeudi, 18 décembre 2008
Les brisés de l'école
Les brisés de l’école
Aux nuls. Aux ratés. Aux rêveurs.
Quoi de plus indestructible que la certitude intérieure des profs d’avoir raison dans leurs jugements ?
Les nuls en classe, les imbéciles, les lents, les « dans la lune » forment la horde des méjugés qui n’ont aucune défense puisque, le système étant juste et formel, ils sont objectivement mauvais.
Comment peut-on noter ?
Comment peut-on croire que l’on fait autre chose que de servir un système qui privilégie un certain type de gens pour mieux léser les autres ?
Pour ceux qui ont réussi, moyennement ou très bien, la nullité scolaire des autres est incompréhensible. Le parcours qualifié de « normal » leur a paru si évident !
Un ami me raconte que les professeurs disaient à ses parents qu’il était bon travailleur mais manquait d’intelligence et n’irait jamais loin.
Une amie me raconte sa révolte lorsque en classe (en France) de CM1, elle découvrit la signification scolaire du mot « choix ». Choisir la bonne réponse consistait à trouver la bonne réponse. Un tel dévoiement d’un mot qui représentait la liberté la plongea dans un abattement stupéfait.
Une amie qui visite les classes me raconte comme les profs disent de leurs élèves « ils n’ont pas d’imagination ». Mais l’imagination, pour ces profs, n’est qu’une discipline scolaire. Pour un imaginatif, ce qu’ils appellent imagination n’est qu’un exercice scolaire de plus.
Les mots invention, imagination, choix, art, créativité sont dévoyés par l’école : ce sont des mots scolarisés. Il vaudrait mieux qu’elle renonce à les utiliser. Ainsi que les mots « intelligence, raisonnement, argumentation, culture ». Car elle n’a rien à voir avec cela.
L’école est un système de mesure. Certains esprits ne comprennent pas les chemins de réussite au sein de ce système de mesure. Alors, qu’ils connaissent par cœur l’œuvre de Byron, qu’ils consacrent leur vie libre à l’étude de et qu’ils lisent Thucydide avec passion ne leur apportera rien au regard de la scolarité ni de la vie sociale. Ils sont des savants non agrées.
Quant à ceux que rien n’intéresse mais qui comprennent le système de mesure scolaire, ils peuvent étudier dans les plus grandes écoles, emporter tous les concours, et les grandes voies de la réussite sociale leur sont ouvertes, quelle que soit leur réelle culture et la profondeur de leur intelligence. Ils sont des savants agréés par l’Etat.
« Tu n’en feras jamais d’autres ». « Peut mieux faire ».
Faut-il espérer un changement ? Assez désespéré, je pense que tout système de sélection est pervers et minant pour certains.
Impossible de vouloir retourner dans un monde où la sélection se fait par la force physique, par la naissance…
Aux professeurs, faut-il préférer l’armée de psychologues, assistants sociaux, pédopsychiatres et éducateurs qui bâtissent ensemble l’Empire psychologique qui nous colonise de son idéologie insaisissable un peu plus chaque jour ?
Non. La régulation sociale par un Ordre psychologique dominant n’est pas meilleure.
Sachons simplement que les nuls, les ratés, les minables, les bons, les intelligents, les adaptés changent de camp en fonction des instruments de mesure de la société.
Axel RANDERS
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mardi, 16 décembre 2008
Indult Agatha Christie
Voici la requête que Yehudi Menuhin, Agatha Christie, Graham Greene, et d'autres artistes et intellectuels souvent non catholiques signèrent... pour sauver la messe traditionnelle de l'Eglise catholique, qui "appartient ainsi à la culture universelle aussi bien qu’aux hommes d’Église et aux chrétiens pratiquants".
Sous l'appel, vous trouverez la liste des signataires.
Introïbo ad altàre dei...
... Ad Deum qui lætíficat juventútem meam.
Dans les années 1960, le Concile de Vatican II transforma radicalement la liturgie catholique.
Au delà de la messe et des prières fondamentales (le Notre-Père), l'esthétique et le déroulement de la vie des villes et villages à majorité catholique en ont été entièrement transformés.
Quelques artistes et intellectuels anglais réagirent par une lettre au Pape.
Pour Agatha Christie, Yehudi Menuhin (non catholiques), Graham Green et d’autres, la « modernisation » de la messe traditionnelle, célébrée depuis l’antiquité et codifié par Pie V en 1570, était une catastrophe pour l’histoire de l’esprit humain.
En effet, le chant grégorien et une immense partie de la musique classique, une grande part de l’inspiration littéraire européenne, sont issus de la sancta missa. Mais le déroulement de la messe lui-même constitue un patrimoine littéraire et liturgique immense.
A la suite de cette pétition, le pape autorise, par un indult, à prononcer la messe traditionnelle exceptionnellement. Ce texte est appelé l’« indult Agatha Christie », signataire la plus marquante de la requête pour sauver la messe traditionnelle en Angleterre.
Appel pour demander le maintien de la Messe traditionnelle.
« L’un des axiomes de la publicité contemporaine, aussi bien religieuse que profane, est que l’homme moderne en général, et les intellectuels en particulier, sont désormais pleins d’intolérance pour toutes les formes de la tradition et n’aspirent qu’à les supprimer pour les remplacer par quelque chose d’autre.
Mais comme bien d’autres affirmations de nos machines à publicité, un tel axiome est faux. Aujourd’hui, tout comme dans le passé, les hommes cultivés sont à l’avant-garde chaque fois qu’il s’agit de reconnaître la valeur de la tradition, et ils sont les premiers à sonner l’alarme lorsqu’elle est menacée.
Si quelque décret déraisonnable devait ordonner la destruction complète ou partielle des basiliques ou des cathédrales, ce seraient évidemment les hommes cultivés quelles que soient leurs croyances personnelles qui se dresseraient, pleins d’horreur, pour s’opposer à une telle possibilité.
Or, c’est un fait que ces basiliques et ces cathédrales ont été bâties pour la célébration d’un rite qui, il y a quelques mois encore, représentait une tradition vivante. Nous voulons parler de la messe catholique romaine. Pourtant, si l’on en croit les dernières informations en provenance de Rome, il existe un plan destiné à supprimer cette messe dès la fin de cette année.
En ce moment, nous n’envisageons pas l’expérience religieuse et spirituelle de millions de personnes. Le rite en question, dans son magnifique texte latin, a également inspiré quantité d’œuvres d’art inestimables, non seulement des œuvres mystiques, mais aussi des œuvres de poètes, philosophes, musiciens, architectes, peintres et sculpteurs, dans tous les pays et à toute les époques. Il appartient ainsi à la culture universelle aussi bien qu’aux hommes d’Église et aux chrétiens pratiquants.
Dans la civilisation matérialiste et technocratique qui menace de plus en plus la vie de l’âme et de l’esprit dans son expression créatrice originale — la parole, — il semble particulièrement inhumain de priver l’homme de formes verbales dans l’une de ses plus grandioses manifestations.
Les signataires de cet appel, qui est entièrement œcuménique et apolitique, proviennent de toutes les branches de la culture moderne en Europe ou ailleurs. Ils désirent attirer l’attention du Saint-Siège sur l’effrayante responsabilité qu’il encourrait dans l’histoire de l’esprit humain s’il refusait de permettre la survie de la messe traditionnelle, même si ce n’était que côte à côte avec d’autres formes liturgiques ».
Liste des signataires :
Harold Acton,
Vladimir Ashkenazy,
John Bayler,
Lennox Berkeley,
Maurice Bowra,
Agatha Christie,
Kenneth Clark,
Nevill Coghill,
Cyril Connolly,
Colin Davis,
Hugh Delargy,
Robert Exeter,
Miles Fitzalen-Howard,
Constantine Fitzgibbon,
William Glock,
Magdalen Gofflin,
Robert Graves,
Graham Greene,
Ian Greenless,
Joseph Grimond,
Harman Grisewood,
Colin Hardie,
Rupert Hart-Davis,
Barbara Hepworth,
Auberon Herbert,
John Jolliffe,
David Jones,
Osbert Lancaster,
F.R. Leavis,
Cecil Day Lewis,
Compton Mackenzie,
George Malcolm,
Max Mallowan,
Alfred Marnau,
Yehudi Menuhin,
Nancy Mitford,
Raymond Mortimer,
Malcolm Muggeridge,
Iris Murdoch,
John Murray,
Sean O’Faolain,
E.J. Oliver,
Oxford and Asquith,
William Plomer,
Kathleen Raine,
William Rees-Mogg,
Ralph Richardson,
John Ripon,
Charles Russell,
Rivers Scott,
Joan Sutherland,
Philip Toynbee,
Martin Turnell,
Bernard Wall,
Patrick Wall,
E.I. Watkin,
R.C. Zaehner
(Traduction la Documentation Catholique)
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samedi, 13 décembre 2008
Que faire de nos forces vitales ?
Par David Nathanaël Steene
Pour des raisons d’hygiène, de sécurité, de bienséance sociale, on est obligé, à moins d’habiter dans une belle campagne loin des voitures, d’empêcher, la plupart du temps, les enfants de faire tout cela :
Marcher où ils veulent, dans un périmètre de plus de 100 mètres carrés
Courir
S’amuser
Chanter à tue tête
S’asseoir ou s’allonger
Rêver de longues heures
Toucher, explorer tactilement l’environnement
La plupart des enfants dans notre société n’ont accès que très rarement à ces activités naturelles, à cette liberté d’être.
Nous-mêmes, adultes, aurions-nous la possibilité d’esquisser un pas de danse dans la journée, au boulot, dans la rue ? D’entonner une chanson ? De rire d’une belle voix forte ? De s’allonger tranquillement sur une voiture ou une table ?
Non. Accomplir ces activités est réservé à des temps de vacances. Le long du jour de labeur, ou dans les lieux publics, nous passerions pour des fous.
La liberté dans notre société est cérébrale. Elle est certes importante. Mais que deviennent nos forces vitales ?
David Nathanaël Steene
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jeudi, 11 décembre 2008
Fredy Ortiz takiq rimachkan : uyarisun !
L'art, la toile, le monde
Rubrique d'art, d'Internet, de culture
Entretien en quechua avec Fredy Ortiz, chanteur du groupe péruvien Uchpa
Fredy Ortiz takiq rimachkan : uyarisun !
Uchpa (cendres, en quechua) est un groupe musical péruvien connu qui fait de la musique rock
et dont le chanteur, Fredy Ortiz, s'exprime en quechua, langue amérindienne - et non en espagnol.
Fredy Ortiz (l'homme au chapeau) explique ici ce choix original.
Imapitaq yuyarayarqanki rockta, qinallataqmi bluesta runasimipi takinapaq?
ñuqa maqtallaraq kaptiy, taytay apawarqa iglisia evangelikaman, chaipi takichiwarqa runasimipi sumaq takichakunata taytachapaq, chaipin yacharqani chay hukman takikunata countri hina, ichapas chay gospel nisqan hina, llaqtaypiqa riki, huayno(folklor andino) huaynullatan uyariniku, maqta masiykuna huaynullatan yacharqaku, ñuqañataqmi hukman takikunata, chaymantan qallarin bluschata gustuy, manaraq yachachkaptiy ima ninanmi karqa chay blues, chaymantaqa ocobamba llaqtaymanta pasakuni andahuaylas llaqtaman, chaypiqa ña, karqa radiupas, ocobamba llaqtaypiqa manan karqachu ni carrupas, andahuaylas llaqtapi kachkaptiyñan riksiruni iman kasqa rock, chay timpupin uyarini sumaq takichakuna chay inglaterra maqtapa jeff beck guitarranta huknin maqtawan rod stuart takiqta, blues hinaraq, riksikurqa chay iglisia evangilica takiptiy, chaymantapunin gustawarqa chay takichakuna, qinallataqmi riksikun aswanqa huk takichaman QARAWI sutiyuq, yaqa waqastinñan takinku iskay paya warmikuna kay llaqtakunapi, Apurimac, Ayacucho, Huancavelicapi, chaytan ñuqaña sutirachini blues andino nispa, yaqa yaqa blues americano kaqllañan; kaypi, maqtakunata inglispim munanku takiyta mana inglista yachaspa, aswanqa ñuqa pinsarani, mana inglista atiptiykuqa, aswanqa sumaqta cabirachisaq runasimichapiña riki, nispaymi kay uma muyuta qallariruni, qinallataqmi nini, kay Peru Andispin riksikun riksikunpunin wak karu llaqtapi takinkunata,, aswanqa kay llaqtaypi takiqkunan chay huayno, qarawichakunan ñakarisqan runakunapan qinallataqmi wak america llaqtapipas, chay yana runakunapa ñakarisqa runakunapan, uyariwaq Tayata CHIMANGO (musico andino quechua) violinninta, JIMI HENDRIX (musico americano) jajuyninqa kaqllañan, chaymanta chay arpaviolin tukaqkunan , manaraq fista qallarimuchkaptin arpanta violinta traguchata millpuchinku, qinallataqmi apukunaman rimaykukunku sumaq kananpaq ,danzanti tijirasmantapas qampatuta mikun, chaynallataqmi huknin hatun llaqtapi huk maqta ALICE COOPER sutiyuq, chaynapunin kaqllata misas negras sutichasqa, chayma ñuqa sutirachini extremos parecidos nispa.
Runa simi rimaqllapaqchu takinki? icha llapanpaqchu?
llapanpaqmi takini, yachaqpaq qinallataqmi mana yachaqpaq, mana yachaqkunaqa yachachun kay pachapi huk sumaq miski rimay kasqanta.
Pikunan rin cunciertuykiman? pasña maqtakunachu? llaqta runachu?, icha campisinukunachu?
llapanmi rin, maqtakunapas, campisinukunapas, llaqta runakunapas, sumaqmi, qawaptiy campisinu mamakuna tusuptin, waqtallanpitaq maqta llaqta runakuna tusuptin.
(Uchpa : Rock, huayno, quechua, danza tradicional)
Sunqu musqu ukuykimanta, imatan munankiman runa simipaq, qamuq watakunapaq? Iman manchasunki runa simipaq?
munayman, mana chinkananta, sapa punchaumi aswan aschallañan rimanku kay sumaq rimayta, chaynaqa riki manchakuni chinkananta, warmakunaqa manañan rimankuchu, icha aswanqa manañan munankuchu rimayta.
Ima willaytan ninkiman, tukuy runakunaman kay pachapi?
tukuy runakuna kay pachapi, yachananmi, huk sumaq miski rimaymanta, riksinanmi kay pachapi runa simi quechua, rimaymanta, INKA, rimasqanta; ama ya qunqaychikchu kay wakcha runakunamanta quechua rimaq , qinallataqmi ama ya wikapaq hina rikuriychikchu kay cultura andina , yachawaq sumaq sunqunchikta, kuyakuyallañan kaniku.
Fredycha, anchata aradisikuyki chay sumaq simiykikunamantam.
Sumaqllaña purikuy, sumaqllaña takikuy.
Edith de Cornulier-Lucinière
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Entrevista con Fredy Ortiz
Entrevista con Fredy Ortiz
Del grupo Uchpa
(version español)
Fredy Ortiz, del grupo de rock y blues quechua Uchpa (cenizas), habla de su decision de cantar en quechua
Qué idea tuviste para cantar rock y blues en quechua?
Cuando todavia era niño, mi papá me llevaba siempre a la iglesia Evangelica, ahí me hacia cantar himnos en quechua mas o menos parecidos al countri o gospel, en mi pueblo solo escuchan huayno(folclor andino),mis compañeros solo sabian huayno, y yo algo de otro genero, de ahí es que comienza a gustarme el blues, sin saber que existia el genero blues ; despues salí de mi pueblito Ocobamba a la provincia de Andahuaylas, donde habia incluso emisora de radio, en mi pueblo no habia ni carros, ahí es que escuche por primera vez lo que era el Rock, en ese tiempo escuche por primera vez al guitarrista ingles, JEFF BECK, con la voz de ROD STUART, y se parecia a lo que yo cantaba en la iglesia evangelica, y claro que me gusto y encajó a mi gusto, además se parece a un genero andino de nombre QARAWI, donde cantan las dos mujeres mas antiguas casi llorando, en esta zona de Apurimac, Ayacucho, y Huancavelica, y a eso lo llamo el blues andino, porque se parece mucho al blues americano.
Aqui los jovenes quieren cantar en ingles sin saber hablar, entonces pensé cantar mejor en quechua, y encajó mejor, muy bién, y de ahí es que empezó esta locura de cantar en quechua, entonces digo que la musica andina se parece bastante de paises lejanos, ademas pertenecen a dos clases sociales marginadas, como es al de la gente andina, y al otro lado a los negros esclavos, si escuchas a CHIMANGO(violinista andino quechua) un solo de violin con musica del peru profundo, y a JIMY HENDRIX (guitarrista americano) se asemejan sus solos de sus instrumentos musicales, la misma mistica, y tambien por ejemplo las ceremonias que hacen los arpistas y violinistas andinos, antes que comience la fiesta, haciendoles beber trago a los instrumentos musicales, y comiendo sapos los danzantes de tijera, y casi de igual manera al otro lado ALICE COOPER, hace sus misas negras, por eso los llamo los extremos parecidos.
Cantas solo para los quechua hablantes? O para todos?
Canto para todos, para los que saben y para los que no saben, y para los que no saben, que sepan que existe una dulce y expresiva lengua o idioma.
Quienes van a tu concierto? Los jovenes? Personas de ciudad? O solo campesinos?
Van todos, los jovenes urbanos, tambien los campesinos, los de la ciudad, todos, me alegro cuando veo que estan bailando mujeres andinas quechuahlantes y al costado hay jovenes rockeros.
Desde el fondo de tu corazón y tus sueños, qué quisieras para el futuro del quechua? Y qué te asusta para el quechua?
Quisiera que no se pierda este dulce gran idioma, todos los dias que pasan aceleradamente hablan menos personas, por consiguiente es que tengo miedo que se pierda, los chicos ya no hablan, o simplemente no quieren hablar.
Qué mensaje quisieras dar a toda la gente del mundo?
Todas las personas de este mundo tienen que saber que existe una dulce y expresiva lengua, tiene que saber, que en esta tierra hay gente que habla el quechua el idioma del Inka, y no se olviden de nosotros la minoria, y no vean como marginados a la cultura andina, si supieran nuestros corazones de inmenso amor.
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mardi, 09 décembre 2008
1007-2007 : la fortune d'un mot
2007 : Le Bourgeois fête ses mille ans cette année.
Par Sara
La première fois qu'il est nommé, c'est en l'an 1007 : une Charte émanant du Comte d'Anjou, Foulques Nerra, établit un "bourg franc" auprès de l'Abbaye de Beaulieu près de Loches. Ses habitants sont affranchis de toute servitude ou impôt. Mais la Charte énonce une menace à l'encontre de ses habitants ; "Si les bourgeois s'attaquent aux moines ou à leurs serviteurs et s'emparent de leurs biens, ils paieront une amende de soixante livres." C'est la première fois que le bourgeois fait irruption dans un texte, souligne Régine Pernoud, et c'est justement pour prendre des garanties contre lui.
Dès sa naissance, on le craint. Non seulement le bourgeois s’est attaqué aux moines et aux abbayes mais aussi aux seigneurs dans leurs châteaux et au menu peuple à qui il a toujours menti. Toute cette société du Haut Moyen Âge était ébranlée deux cents ans après. Huit cents ans après, il n'en restait plus rien. Le bourgeois avait fait sa révolution, l'avait gagné et tout le monde était au pas. Sa naissance, il la devait à une société close dans laquelle, fils perdu, il n'avait pas sa place : il s'est inventé en essayant de survivre grâce au commerce. Il a admirablement réussi.
Aujourd'hui, il est innombrable. Il est propriétaire, son épargne est bien placée ; il est gros ou petit-bourgeois qu'importe. Il a une particularité : on ne le rencontre jamais. Il est quasi impossible d'en rencontrer un. Omniprésent, il n'est nulle part.
Pourtant, l'ouvrier, lui-même, s'est embourgeoisé ; le fonctionnaire l'est. Le fond du bourgeoisisme, c'est la propriété, c'est l'usus et l'abusus, le droit d'user et d'abuser de son bien - contre la coutume du haut moyen âge - tiré du droit romain et consacré par le code Napoléon. Qu'on dresse la liste de ceux qui ne sont propriétaires de rien, ni de leurs champs, ni de leur toit, ceux qui n'ont ni voiture, ni sicav… On trouvera des imprévoyants, des SDF, des mères de familles chargées d'âmes trop nombreuses.
Le bourgeois est l'objet de toutes les envies, de tous les désirs, il est le modèle et en même temps le repoussoir, l'objet de la risée de tous et surtout de ses fils. Molière l'a ridiculisé, Baudelaire le détestait, Sartre l'abominait, les soixante-huitards l'exécraient.
Sa fortune tient en peu de mots : le bourgeois, cela n'est jamais soi-même, c'est l'autre.
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samedi, 06 décembre 2008
La langue mise à l'écrit...
Comment une langue passe de l'oral à l'écrit ? Et ce, quand ce changement survient de l'extérieur, en une dizaine d'années à peine ? Les mots, les maux sont-ils toujours les mêmes ? La sensibilité de la langue est-elle modifiée pour toujours ?
La langue mise à l’écrit, une comparaison entre le quechua et le tahitien
Katharina Flunch-Barrows et Edith de Cornulier Lucinière
Nous nous proposons de comparer l’arrivée de l’écriture dans les Andes (dans la région de Cusco), et en Polynésie française (à Tahiti et dans l’archipel). Dès leur arrivée les missionnaires voulurent mettre à l’écrit les langues quechua et tahitienne. Du côté missionnaire, l’activité, les motivations et les difficultés étaient à peu près les mêmes ; mais la réception de l'écriture par les locuteurs du quechua et du tahitien a été très différente.
Le Pérou est un bon exemple de ce qui s’est passé dans toute l’Amérique, et sans doute aussi dans beaucoup d’endroits du monde. Tahiti, en revanche, est un exemple extraordinaire, puisqu’on pourrait presque dire que le tahitien est devenu une langue de l’écrit. Sans cesser d’être justement une langue orale, où la parole, la prise de parole publique joue un rôle immense (orateurs politiques, prêches au temple…), il semble que l’écriture a eu un impact à la mesure du rapport que les tahitiens entretenaient avec leur langue, notamment avec le Pi’i, que nous expliquerons plus tard.
Cuzco, XVIème siècle. Tahiti, XIXème siècle
Les Andes furent prises par les armes, et la christianisation fut par conséquent le résultat d'une défaite militaire Dès l'arrivée, en 1525, de Pizarro au Pérou, un pouvoir organisé est installé dans les Andes, représentant l'autorité du roi espagnol. Ainsi, la christianisation, est intrinsèquement liée à la colonisation.
La Polynésie connut une conversion d'un autre ordre. À Tahiti, les missionnaires arrivèrent par petites dizaines, sans armes, et n'étaient strictement pas en position de force. En témoigne l'expédition ratée des espagnols Narciso Gonzales et Geronimo Clota, deux franciscains conduits et débarqués à Tahiti en 1773, envoyés par le Vice-roi du Pérou. Ils ne convertirent personne ; ils devinrent la risée de l'île, et durent fabriquer une palissade autour de leur maison pour se protéger des railleries. Lorsque le bateau qui devait leur apporter du matériel pour agrandir la "mission" revint, ils supplièrent le commandant de les rembarquer, et repartirent ainsi en 1775 vers le port péruvien de Callao, n'ayant converti personne…
Alors qu'au Pérou, les catéchumènes devaient obligatoirement posséder un livre de catéchisme sans quoi ils étaient excommuniés, les tahitiens, eux, voulaient bien envoyer leurs enfants à l'école des missionnaires, mais à condition d'être payés…
Dans les Andes, l'armée et la religion travaillent ensemble, même si elles peuvent jouer le rôle de contre pouvoir l'une pour l'autre.
A Tahiti la conversion volontaire du roi tahitien Pomaré change la nature de l'évangélisation : elle fut imposée "de l'intérieur". Bien que que tout le monde n’était pas aussi enthousiaste que le roi Pomaré…
Malgré les nombreuses langues parlées dans ces deux régions, au Pérou comme dans les îles sous le vent, la mise à l’écrit fut facilitée par la présence d'une langue véhiculaire comprise par le plus grand nombre. Le tahitien dans les îles sous le vent. : chaque île avait son dialecte, mais il y avait intercompréhension dans tout l'archipel. Au Pérou, il s'agit de la "langue générale" (quechua), appelée aussi "langue de l'Inca."
Le sabre, le goupillon et la diffusion de l’écrit
La mise à l’écrit dans ces deux langues fut intrinsèquement liée à l’évangélisation de ses locuteurs. C’est pour la christianisation qu’elles furent étudiées et mises à l’écrit. Dès lors, les modes de christianisation prennent toute leur importance au regard de la réception de l’écriture par les populations concernées.
La principale différence entre les expériences andine et tahitienne tient au fait que la christianisation andine s’est fait avec la colonisation - la christianisation fut imposée par le pouvoir espagnol - tandis que la christianisation tahitienne l’a largement précédé : le roi Pomaré, convertit pacifiquement par des missionnaires qu’il avait les moyens de chasser ou d’exterminer sans aucun problème, a imposé lui-même le christianisme à son peuple. Pomaré, à Tahiti, fut le fondateur, à la fois de la perte de la culture traditionnelle, et à la fois de son évolution possible au sein de l’écrit et de la nouvelle vision du monde.
De plus, l’identification des populations catéchumènes aux « écrivains » missionnaires fut plus aisée à Tahiti, où il s’agissait de cordonniers, transformés en missionnaires avant leur départ, en quelques cours à la London Missionary Society ! Au Pérou, les curés étaient des intellectuels bien formés au séminaire, et ressemblaient plus aux nobles et caciques qu’à la population.
L’ethnolinguiste Bruno Saura1 explique bien un des aspects de l’apport de l’écriture à Tahiti. Alors que le verbe était jusque là une activité extrêmement importante, politico-sacrée, réservée aux hommes, l’arrivée des missionnaires et la mise à l’écrit du tahitien représente donc une démocratisation intense et extraordinaire de la langue, de son utilisation, de son pouvoir. Bientôt, femmes et enfants, pauvres et roturiers, ont le même accès à l’écriture que les nobles et prêtres. C’est la société toute entière qui est bouleversée et radicalement changée par ce processus.
Au Pérou, ce fut littéralement le contraire. Il n’y avait aucunement dans la religion-politique andine, ce rôle prépondérant accordé à la parole. Dès lors, au lieu d’une désacralisation du verbe, ou tout au moins d’une démocratisation du pouvoir de la parole, l’écriture représente au contraire la création d’une langue savante, sacrée et écrite, à laquelle le peuple n’a strictement pas accès, et qui le domine puisque la nouvelle doxa, le christianisme, passe par le truchement de ces textes.
La langue modifiée par l’écriture
Si la création d’une orthographe à peu près normalisée et facile à utiliser est le plus visible des travaux que la mise à l’écrit d’une langue appelle, il n’en est pas, sans être aisé, le plus complexe. En revanche, d’un point de vue morphologique et syntaxique, que se passe-t-il lorsque changent les conditions de production du discours, dès lors que celui-ci est produit à travers l’écriture ? Et quelle évolution subit la place du verbe, de la parole, du mot, lorsque dans une langue traditionnellement orale est brusquement implantée la mise à l’écrit ?
Le quechua
En quechua, l’influence de l’espagnol, langue à partir de laquelle sa mise à l’écrit est pensée, marque évidemment tant l’orthographe choisie, que la forme de la phrase quechua. Tout, jusqu’à l’ordre des mots ou l’ordonnancement du discours écrit, porte la marque plus ou moins visible de l’espagnol. Il en va de même en tahitien, où la mise à l’écrit de la langue fut pensée en anglais.
En particulier, le quechua est une langue faisant un usage très abondant de suffixes modaux, c’est-à-dire indiquant la source ou la qualité de l’information transmise par le locuteur à son interlocuteur (l’assertif mi, le citatif si, le conjecturel cha). Ces suffixes sont d’une utilisation complexe pour un étranger. Si vous racontez ce que vous avez vécu en rêve ou lorsque vous étiez ivre, vous emploierez le même suffixe que lorsque vous racontez les contes ou colportez une histoire : le citatif : l’information ne vous est pas arrivée directement par votre expérience. Cela est du au fait que le degré de conscience d’un dormeur ou d’un homme ivre ne permet pas d’employer l’assertif. Mais quand il s’agit de la parole d’un dieu unique et créateur du monde, et que ce n’est pas vraiment lui qui écrit, même s’il est supposé avoir dicté, et que le texte est écrit accessoirement par un missionnaire « lambda », quel suffixe doit on employer ? De quelle véracité une parole écrite peut elle se prévaloir ? Une chanson relève elle du domaine conjecturel ? Est-ce que la transcription d’une parole doit conserver les suffixes modaux employés par le locuteur, ou est-ce que la transcription même porte l’obligation de changer de suffixes, puisque on change de mode de communication ? Il y a là un véritable problème auquel l’écriture doit faire face, et qui est celui de la distinction entre le réel et le vrai. L’écrit étant concret (on touche le papier, le tracé des mots), le quechua se trouve face à un problème de traitement de l’information qui n’a d’ailleurs pas été vraiment réglé aujourd'hui. Le quechua oral des personnes monolingues des montagnes andines est toujours très riche en suffixes modaux ; celui des villes, écrit, est vidé de cette substance, et paraît souvent une langue calquée sur l’espagnol et assez rigide, sauf celle des grands auteurs quechuas qui ont su recréé un traitement quechua de l’information à l’écrit, en jouant avec ces suffixes, en organisant une vraie rencontre entre les possibilités orales et les possibilités de l’écrit3. Malheureusement, leurs œuvres sont très peu connues de la grande masse des quechuaphones.
Cette langue privilégie aussi très fortement l’inscription des événements rapportés dans l’espace réel commun au locuteur et à son interlocuteur, et a tendance à faire silence sur son inscription temporelle. Que se passe-t-il lorsque l’interlocuteur réel s’efface au profit des lecteurs anonymes du texte biblique, ou de tout autre texte, et qu’aucun espace réel n’est partagé entre locuteur et interlocuteur ? Qu’en est-il aussi de l’ordre des mots, de l’emploi du pluriel (en principe il n’y a pas d’opposition singulier / pluriel en quechua) ?
On observe une réduction de la diversité des structures syntaxiques par rapport au discours oral, au bénéfice de types de structures venues de l’espagnol, et qui donnent à la langue écrite un très net effet de « calque ». Cette observation ne vaut pas pour quelques grands auteurs, tant missionnaires, que littéraires aux siècles suivants, mais l’accès à ces auteurs, artistes et conscients tant des difficultés de la mise en écrit que des charmes et inventions qu’elle apporte, est cantonné à une population érudite et non à la grosse majorité des locuteurs.
La tahitien : la cas du pii
La pratique du pii à Tahiti, qui stupéfia les missionnaires, prit fin avec l’écriture, et ce phénomène est édifiant du passage d’une langue orale à une langue écrite.
A Tahiti, lorsqu'un noble arrivait au pouvoir, il devenait chef spirituel et politique. Son nom devenait alors tabou (tahitien : tapü). On ne pouvait plus prononcer les mots qui composaient ce nom. Prenons l'exemple du roi Pomaré. Pö : nuit. Mare : toux. Ces deux mots devenus tabous, le peuple devait utiliser d'autres mots pour dire nuit et toux, tousser. La peine de mort était la punition de ceux qui se laissaient aller verbalement, et oubliaient le tapu. A Tahiti, les pires supplices punissaient les lapsus, et contraventions au Pii. Outre les noms de rois et de princes, beaucoup d’autres mots subissaient la règle du pii, et il n’est pas éxagérer que parler, à Tahiti au quotidien, n’était pas une chose banale, mais chargée de sacré et dangereuse.
Ainsi le vocabulaire tahitien évoluait par le pii. Alors que certains mots disparurent totalement, d'autres revenaient au langage courant, par exemple quand le chef concerné par ce mot était oublié. En ce qui concerne Pomaré, pö est demeuré la nuit en tahitien, tandis que mare a été définitivement remplacé par hota.
Il me semble que la technique du pi’i ne pourrait avoir lieu dans une langue écrite : car avec l’écrit, on peut lire un mot écrit dix ans avant. On peut l’écrire à moitié, ou sans le prononcer… Etc. Le pi’i est un phénomène ne pouvant exister que, absolument que dans une langue orale. Elle est l’oralité même ! Elle représente l’oralité même, la langue sans cesse vécue et réinventée par les locuteurs, sans que cette réélaboration constante passe pour du changement, puisque d’une part, le fait même d’évoluer est une tradition ancestrale, et d’autre part, il n’y a pas d’attestation (écrite) des modes de parler passés.
Enfin, il nous semble intéressant de noter deux faits relatés par Jacques Nicole4 . La révolte contre les missionnaires n’eut pas lieu sur la christianisation elle même, mais sur certains de ces aspects… Notamment, il y eut de grosses révoltes contre les missionnaires protégés par le roi Pomaré, auxquels on reprocha notamment la vente des Ecritures, « qui appartiennent à Dieu et devraient être distribuées gratuitement », disent les Tahitiens. (lettre de Platt à Orme, de 1828).
Enfin, il note qu’il y eut un v »ritable problème écologique à Tahiti et dans les îles alentour du fait de l’engouement extrême dont bénéficia la mise à l’écrit. Tout le monde voulant posséder le livre de la Bible, de véritables massacres d’animaux eurent lieu, dans des îles où jusqu’ici on ne chassait qu’au « compte-gouttes », pour les sacrifices et l’alimentation. Bientôt les îles perdirent presque la totalité des animaux qui les peuplèrent…
En fait, à Tahiti, il y a eu, d’une part, un passeur (Pomaré) interne, d’autre part, appropriation non point seulement de l’écriture, mais d’un symbole. Autrement dit, on a personnalisé l’écriture en lui donnant un symbole fort tahitien. La Bible a remplacé les parau (paroles sacrées) anciens, mais ce fut fait dans la continuation. Le sacré oral et mouvant est devenu le sacré écrit et fixe (d’ailleurs, d’actuelles tentatives de moderniser les premières traductions de la Bible sont très critiquées et craintes, tant le premier texte, présent dans chaque maison tahitienne, est porteur de sacré). Il n’y a pas la rupture qui a été vécu dans les Andes, et qui fait que tout s’ingère péniblement dans la langue quechua. Même s’il ne faut évidemment pas exagérer la continuité tahitienne, ni les difficultés andines.
L’écriture aujourd’hui
Aujourd’hui, le rapport à l’écriture reflète bien la façon dont elle a pénétré dans la culture et l’évolution qu’elle y a subie.
Ainsi, on peut dire que le tahitien est devenu à part entière une langue de l’écrit, même si l’oralité et la parole ont toujours un poids énorme. On pourrait dire que l’écriture, à Tahiti, sert la parole et l’oralité, plus qu’elle ne la dessert. Les chanteurs populaires, pasteurs, hommes politiques manient fort bien les deux, et savent se servir de l’écriture comme un outil de support de l’oralité. C’est le paradoxe passionnant tahitien : l’écriture y a été adorée, acclamée, très bien accueillie car elle était en quelque sorte vue comme un hommage à ola parole, au discours. Elle n’y a donc jamais supplanté l’oralité, et ne lui a pas nui. Elle est témoin. Aujourd’hui, avec l’éducation bilingue, le tahitien peut profiter dans la continuité de la mise à l’écrit plutôt réussie de la langue, même s’il ne faut pas se voiler la face, et la lutte entre le système protestant et le système académique, coexistant, le prouve. Le système protestant est reconnu par presque tout le monde comme plus intelligent et plus aisé. Mais le système académique est proche du système adapté à Hawai’i, et… C’est celui du gouvernement ! Les tahitiens protestants qui vont à l’école républicaine la semaine et à l’école protestante du dimanche apprennent la semaine l’écriture académique, et le dimanche, l’écriture protestante.
A Tahiti aujourd’hui, parler tahitien est toujours une preuve de bonne implantation tahitienne, et cela à la ville de Papeete comme dans les îles. La langue, vivante et diffusée tant à la ville qu’à la campagne, et tant dans les chansons qu’à la radio, télévision, dans l’éducation bilingue, etc, est unifiée, et les variantes, si elles existent, ne posent pas de problèmes de lecture et de compréhension : on sait qu’on a affaire à une langue vraie, et non superficielle (sauf les textes juridiques, incompréhensibles, et autres néologismes de bureau). Si l’écriture l’a profondément transformée, elle ne lui permet pas moins de se développer et de s’épanouir, de correspondre à la vie de la population.
Au Pérou, il en va tout autrement. En effet, la vision de l’écriture y est plus traditionnelle : il est donc difficile pour les locuteurs de faire le lien entre le quechua oral et le quechua écrit. L’un nuit à l’autre. Les littérateurs sont obligés à regret de renoncer à une certaine beauté orale ; les orateurs sont cantonnés à un usage qui ne passe pas la rampe de la ville, de la culture nationale… Les tentatives actuelles les plus réussies de mise à l’écrit de l’oral sont le fait d’étrangers, ou tout au moins de gens baignés de culture hispaniques ayant ensuite fait l’effort de plonger dans le monde linguistique et culturel andin. Les littératures écrites, fort belles, qui se développent en quechua n’on pas grand chose à voir avec le quechua oral ; il y a un mur qui sépare l’oral de l’écrit, la montagne de la ville, la tradition de la modernité. Il manque le liant, le lien. Quatre siècles après les premiers textes chrétiens en quechua des missionnaires, après les premières mises à l’écrit des mythes et littératures orales andines, la déchirure est toujours aussi béante.
Au Pérou, dès que les « familias » métis (descendants des caciques autochtones et créoles espagnols) ont cessé de parler le quechua, qui avant était un signe fort d’identité péruvienne, cette langue est devenue la langue des paysans de la montagne, alors que cela n’était pas du tout cela avant, même si on a tendance à l’oublier aujourd’hui. Des chercheurs aujourd’hui tentent de rappeler, en exhibant des pièces de théâtre et des prêches, etc. de l’époque coloniale, le passé littéraire du quechua, tandis que certains poètes et écrivains quechuaphones s’inspirent de tels textes pour façonner un quechua de l’écrit contemporain. A l’heure de l’émergence de l’éducation bilingue et de la revalorisation des cultures et langues du monde à l’échelle internationale, un regain d’intérêt pour le quechua s’observe au Pérou.
La situation actuelle du quechua me semble présenter un intérêt particulier pour les études comparatives sur le « passage à l’écrit » des langues à tradition essentiellement orale car cette situation est extrême : une langue demeurée jusqu’à aujourd’hui essentiellement rurale et orale, subit presque avec violence les assauts d’une « avant garde » de bilingues urbains pressés de donner une dignité à une langue avec laquelle ils entretiennent des rapports parfois ambigus.De plus, l’influence plus ou moins inconsciente, mais toujours énorme, de l’espagnol, langue dans laquelle tous les auteurs de textes écrits en quechua ont reçu l’intégralité de leur formation scolaire et universitaire et dans laquelle ils s’expriment le plus souvent au quotidien, étouffe souvent le quechua écrit sous nombre de néologismes et structures hispaniques, rendant ce quechua, supposé celui de l’avenir, absolument incompréhensible par les locuteurs monolingues. Dès lors, il faut se demander, à l’heure où les locuteurs de nombreuses langues orales, sur tous les continents, accélèrent leurs mises à l’écrit, si ce n’est pas au péril parfois d’en précipiter la disparition…
K. F-B et E. C-L
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vendredi, 05 décembre 2008
Hommage à Dinu Lipatti
Hommage à Dinu Lipatti,
pianiste divin
Qu’est-ce qu’un musicien ?
Constantin Dinu Lipatti. Une grande sensibilité, qui avec ses dix doigts dansant sur les quatre-vingt-huit touches, aura bouleversé des millions d’auditeurs passionnés de piano.
Entre des milliers de pianistes, tous doués, tous sensibles, tous travailleurs, pourquoi l’un d’entre eux semble une étoile inoubliable ?
Une éducation musicale
Un beau livre vient de sortir : This is your brain on music.
Le scientifique, rocker et musicologue américain Daniel J. Levitin émet l’idée qu’il faut souffler sur la frontière que l’on érige pour distinguer les musiciens des néophytes.
Car, selon Levitin, la différence tient surtout dans l’éducation. Le fait qu’un mélomane non averti soit capable de reproduire sans erreur musicale sa chanson préférée démontre que l’oreille absolue n’est pas la marque du génie, mais celle d’une éducation où sensibilité et pratique musicale s’épousent sans que l’une n’écrase l’autre.
Or, la mère de Dinu Lipatti était excellente pianiste. Son père, un excellent joueur (amateur) de violon. Ils vivaient dans un monde de mélomanes avertis, connaissaient les grands musiciens de Roumanie.
A quatre ans, le petit Dinu donnait des concerts et composait des piécettes.
Mentors illustres
A Bucarest, les professeurs de Dinu Lipatti avaient été Flora Musicescu et Georges Enesco.
Ses brillantes études musicales le menèrent à Vienne.
A Vienne, Alfred Cortot le rencontra, le remarqua, l’invita à Paris (Alfred Cortot avait démissionné du jury dont il faisait partie parce que celui-ci n’attribua que le second prix à Lipatti).
A Paris, Dinu Lipatti étudia auprès de Charles Munch, Paul Dukas et Nadia Boulanger (il épousa Madeleine, une pianiste française).
Il composa quelques pièces, mais c’est l’interprète en lui qui flamboyait et qui stupéfia ses auditeurs.
Le concert et l’enregistrement
« Je ne veux plus faire de concerts, sauf peut-être des concerts dévolus à l’enregistrement d’un disque », avait-il dit à ses amis.
Il était un grand concertiste. Mais son intérêt pour l’enregistrement le décidait à ne plus se consacrer qu’à cette activité.
Il est étrange que Dinu Lipatti, dont la présence en concert était fulgurance, n’ait pas eu le temps d’accomplir ce grand projet d’enregistrements.
Est-ce que sa magie aurait perdu avec le temps et les nombreux enregistrements ? Peut-être cette question est-elle idiote, et ne vient que de ce qu’on cherche toujours des explications quand la Faucheuse fauche trop vite.
Pourquoi meurt-on jeune ?
Une leucémie emporta Dinu Lipatti, alors qu’il avait trente-trois ans. Après de longs mois de souffrances, comme on s’en doute.
Le jeu de Lipatti a ceci de particulier qu’il est d’un niveau technique fulgurant mais que la vraie musique, qui parle à la sensibilité pure, coule dans chaque note.
Le dernier concert
Il était prévu qu’il joue, ce soir-là, 14 valses de Chopin. Il n’acheva pas la treizième. C’était en automne, au festival de Besançon.
Il mourut dans les mois qui suivirent, le 2 décembre 1950.
Hommage réalisé le 20 décembre 2007
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de Paris à Lille au XVIIIème siècle
En écho à « Mélanges de Littérature » par Sara paru dans la livraison d’Almasoror de janvier 2007
Par Bruno Echalier
Sara nous a raconté comment nos anciens romantiques courraient le monde et nous ont livré des récits de voyage épuisants.
On dit que Léonard de Vinci mit 72 jours pour faire le voyage d’Italie en Anjou et qu’il savait qu’il ne pourrait plus repartir tant sa fatigue était grande.
On ne comprend pas toujours pourquoi, au milieu du XVIIIeme, une telle importance est accordée à l’épuisement des femmes qui arrivant de Marseille à Paris devaient garder le lit huit jours avant de retrouver les belles joues roses.
Ignorant des circonstances, habitués aux voyages modernes, on prend aujourd’hui ces hommes et ces femmes épuisés pour des figures faibles auquels les récits prêtent des langueurs de circonstance.
Mais sait-on quelles étaient les difficultés de voyage à cette époque ?
J’ai choisi, pour illustrer la pénibilité des voyages en 1775, un extrait de l’Indicateur Fidèle, sorte d’horaire officiel des Transport de l’époque. Ce qui se faisait de mieux en quelque sorte sauf à posséder fortune et chevaux.
Pour nous rappeler notre cher contributeur mathématicien belge, Laurent Moonens, étudions le voyage de Paris à Bruxelles (petit voyage de rien du tout comparé à Amsterdam Marseille ou Paris Bayonne).
GRANDES ROUTES DES Provces
de Picardie, de Tiérache, d’Artois,
de Hainaut, de la Flandre
et Pays Bas.
Route de Paris à Lille en Flandres,
De deux en deux jours à minuit part de Paris une dili-
gence pour Lille et pafse
Mat soir lieües
à Louvres 2 ½ 5
à Senlis 4 4 ½
à Pont 5 2 ¼
Dine à Gournay 10 4 ¾
à Roye 4 5 ¾
Couche à Peronne 9 5 ¼
Repart à 1h du matin et passe
Dine à Cambray 9 8
à Douay 3 5 ½
Arrive à Lille 8 7
48 lieues de Paris
…/…
Route de Paris à Valenciennes
De deux en deux jours ‘a minuit part de Paris une diligence pour Valenciennes et suit le même ordre que la diligence jusqu’a Cambray où elle dine et arrive le même jour à Valenciennes.
De Paris à Cambray 35 ½
De Cambray à Valenciennes 6 ¾
42 ¼ lieues de Paris
Route de Paris à Bruxelles
De deux en deux jours à minuit part de Paris une diligence pour Bruxelles et suit le même ordre que celle de Valencieñes. Le lendemain repart de Valencieñes ‘a 1h du matin et pafse
Mat soir lieües
à Quievrain 4 3¼
Dine à Mons 7 3
à Braine le Comte 2 5
Arrive à Bruxelles 10 8
De Paris à Valenciennes 42 ¼
De Paris à Bruxelles 61 ½
RESUME
Vous êtes en 1775 et vous voulez aller à Bruxelles ……..
L’interprétation de la date de départ est relative : de deux en deux jours ? Mais quel est le premier jour ? Imaginons que le jour du départ est le lundi 2 avril (mais à 0h du matin…)
Départ de Paris le lundi matin 2 avril à 0 h du matin.
On peut enfin sortir de la diligence à 9 h du soir (lundi)
Nuit à Péronne le lundi soir 2 avril
Départ le 3 avril (mardi) dès 1h du matin. Les nuits sont très brèves!
Déjeuner à Cambray et changement de diligence vers 9 h du matin
Arrivée à Valenciennes en fin de matinée du mardi.
On attend ici le reste de la journée du mardi.
Nuit à Valenciennes le mardi soir 3 avril
Le lendemain à 1h du matin (4 avril) on repart de Valenciennes (qui change alors d’orthographe: Valencieñes).
Arrivée le mercredi 4 avril à Bruxelles à 10 du soir.
Durée totale du trajet année 1775 = départ le dimanche minuit, arrivée le mercredi 22 h = 70 heures de voyage dont environ 10 h dans un lit.
Aujourd’hui…
TGV Paris Bruxelles 2007 = 1 train toutes les demies heures.
Trajet = 1heure 22 minutes
Indemnités si retard…
Bruno Echalier
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Le Caravage
"C'est la beauté qui sauvera le monde"
Dostoïevski
Mythes
Comme Liszt (filmé comme un rocker fou) ou Marie-Antoinette (racontée et filmée comme une fashion victim incomprise), Michelangelo Merisi dit Le Caravage ressemble à ces artistes-idoles qu’on a envie de moderniser. Ce fut fait : quelques romans et film sulfureux mettent en scène la rébellion et l’originalité de cette figure.
Né
En 1571 à Caravaggio
Enfui
de Rome, après un duel où il tue son adversaire.
Enfui
de Malte pour détournement de mineur
Alors qu’il tente de revenir à Rome, il est arrêté, enfermé et à sa sortie de prison erre sur la plage.
Mort
En 1610, à 38 ans, sur une plage de Rome, selon la légende. A l’hôpital, de sainte Marie-Auxiliatrice, selon un acte de décès.
Trouble, Sensualité, Crime
Il menait une vie sans doute largement homosexuelle, vouyouse, et partageait son temps entre les tavernes des bas fonds des villes et les tables des princes et des évêques. Il fit de réguliers séjours en prison et à l’hôpital, pour cause de mœurs interdites et duels.
Peintures
La majeure partie de son art est une vision de la Bible teintée de violence et d’érotisme. D’autres tableaux sont des portraits de commande. Ses commanditaires lui redemandaient souvent de refaire son travail, jugé trop réaliste ou cru. Pourtant, certains collectionneurs (dont des hommes d’Eglise) ne s’y trompent pas et achètent les œuvres refusées.
Pasolini
Mort violente, catholicisme profond et amour des prostitués et des voyous : on a beaucoup comparé la figure du cinéaste italien Pasolini avec celle du Carava ge. Leur père spirituel est sans doute un autre italien, le rebelle François d’Assise.
Violence ultime
Un de ses derniers tableaux représente David tenant par les cheveux la tête de Goliath qu’il a décapité. Cette pauvre tête est un autoportrait.
L’obscure clarté
Le Caravage est le maître du clair-obscur : il le remit à la mode et beaucoup après lui copièrent son utilisation du clair-obscur : un fond noir et une lumière projetée sur une partie de la scène représentée.
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